SOBRARBE JOVEN



miércoles, 24 de noviembre de 2010

tambien pasa...

La violencia en las relaciones de noviazgo suele presentarse de manera gradual
y se agudiza principalmente cuando comienza la convivencia.

La violencia puede aparecer de múltiples formas en la relación de pareja. La
violencia física manifiesta siempre va precedida de una serie de comportamientos que
pretenden controlar y dominar los movimientos, emociones, sentimientos,
pensamientos, relaciones, etc.

Estos son algunos ejemplos:
- aislamiento social del grupo de amistades (“es@s amig@s no te convienen”)
- aislamiento familiar (“es mejor que no vayamos a comer con tus padres, ya
sabes que no les caigo muy bien”)
- agresividad verbal (“eres tonta” “cállate”)
- agresividad gestual (portazos, miradas…)
- humillación (“qué sabrás tu de esto”, “te estas poniendo como una vaca”)
- desprecio (“yo si que tengo problemas y no tu que lo tienes todo, de que te
quejas”)
- celos desproporcionados (“¿quien era ese, qué hablabas con él?””sabes que no
me gusta que hables con tíos”)
- insultos (“no vales para nada” “eres tonta”)
- control telefónico (control de salidas, llegadas, con quien, donde…)

En una relación sana debe haber unos límites que determinen la propia
intimidad, la de la pareja, y la de la relación de pareja.
No se debe olvidar que la persona con las mantenemos una relación debe hacernos feliz, al igual que nosotras o nosotros a ella.
Las relaciones de poder-sumisión se basan en relaciones de
desigualdad que mantienen los roles y estereotipos asignados al género, que lanzan a
muchas mujeres a crear una dependencia emocional fortísima con la pareja, con el
riesgo asociado de soportar y permitir actitudes machistas.
Una relación libre y basada en la igualdad, permite desarrollarse a ambas parte
como personas individuales, dando un lugar a sus proyectos propios y a los proyectos
de pareja en común. Las relaciones basadas en la igualdad y respeto nos permiten
disfrutar mas de nuestras parejas, del tiempo que se pasa en común, aprendemos a
valorarlas, creando la base tan necesaria de la confianza y seguridad que te aporta el
tener al lado a una persona que respeta tu espacio, te valora y te hace sonreír.
¿Qué puedes hacer si tu hija o amiga es maltratada? Guía dirigida a
madres, padres, amigas o amigos de las mujeres jóvenes que pueden
estar sufriendo algún tipo de violencia



Carla San Martín
Asesoría Psicológica
CIPAJZaragoza

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